Finalmente, después del nefasto resultado como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo renunciará para contender a la gubernatura de Sonora dejando atrás un incremento del 5% en homicidios y más de 56 mil muertos por delitos con violencia.
Tan sólo en el primer semestre del presente año, se sumaron a dicha cifra 17 mil 982 muertes que destacan la gestión del peor secretario de Estado con el que cuenta esta administración. Si bien es cierto que el incremento en inseguridad lleva seis años consecutivos, la gestión de Durazo no sólo obtuvo los mismos resultados del anterior gobierno, su soberbia le impidió reconocer la magnitud de sus errores y la irresponsabilidad con la que actuó una y otra vez. Amén del desmantelamiento de instituciones policiacas, su fallido operativo puso en riesgo a la población en Sinaloa, mostrando su derrota al dejar en libertad al hijo de El Chapo después de ser detenido. Fortaleció de tal manera a las organizaciones criminales, que su sucesor encontrará un tiradero en los estados más violentos del país.
Muchos nombres vienen a cuenta del futuro titular que sin duda y con poco hará un mejor trabajo. No será sencillo para el Presidente elegir al titular de la SSPC, no será fácil pensar en un perfil que por su autoridad moral y técnica merezca ser cabeza de un Gabinete de Seguridad en donde la experiencia y disciplina castrense siguen dando la cara.
Para afrontar el nivel de criminalidad creciente y la desaseada organización que deja Durazo, se requeriría a un militar de carrera con experiencia y, aunque se escucha en pasillos de Palacio el nombre del Gral. de Brigada Martínez Castuera, veo en él dos peros, el primero; política y mediáticamente sería un conflicto más para presidencia, ya que se declararía la completa militarización del país; por otro lado, y como segundo pero, Martínez Castuera cuenta con un grado inferior al comandante Divisionario de la GN, Rodríguez Bucio, situación que se interpone en la cadena de mando.
En todo caso y por la dimensión del problema, de elegirse a un militar, el Gral. Bucio sería el más apto, pues cuenta con el perfil por la experiencia adquirida en su actual desempeño. Otro nombre que destaca es el del Gral. Ret. Audomaro Martínez, amigo de confianza del Presidente, titular del CNI y quien ha hecho un buen trabajo, con la salvedad, también, de su formación castrense.
Definitivamente, la figura de un civil es la opción para el Presidente, un perfil con experiencia, capacidad y formación académica y práctica y, que cuente con resultados contundentes en temas de Seguridad.
Bien harían en Palacio tomar en cuenta la opinión fundamental de los generales Luis Cresencio y Audomaro Martínez, con la finalidad de encontrar una línea respetuosa y experta para la coordinación del Gabinete de Seguridad.
El otro nombre que se ha mencionado es el de Omar García Harfuch, los atributos con los que cuenta para lo que hasta ahora ha logrado en la SSC, le han dado, por resultados en cifras tangibles y comprobadas, el reconocimiento absoluto de quien gobierna la capital del país. Civil, capaz, valiente y de formación académica en la materia, pero, sobre todo, empático con sus subordinados, el problema es el nivel de compromiso que García Harfuch tiene para con el gobierno de la CDMX y si Claudia Sheinbaum sacrificaría a un funcionario con sus características para un bien mayor, tratándose de la seguridad de todo el país.
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DE IMAGINARIA
Es posible que en fecha próxima se conozca que la GN podría pasar a ser coordinada operativamente por la Sedena a través de las Regiones Militares y, las coordinaciones regionales continuarán bajo su actual mando.
La tormenta Gamma y el huracán Delta han causado inundaciones, derribado árboles e instalaciones eléctricas, las FA implementan el PLAN DN-III apoyando a la población, incluso, más que la misma autoridad estatal y municipal.
source https://www.excelsior.com.mx/opinion/miguel-angel-godinez-garcia/con-pena-y-sin-gloria/1410235
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