CIUDAD DE MÉXICO.
En el mundo del deporte existen palabras cliché para resaltar los éxitos. "Supermujer", "superhombre", aquellos capaces de vencer todo, de reponerse de una derrota o un momento oscuro para salir airosos y estar listos para el siguiente reto; aquellos que, como personajes de comic, dejan que sus vidas privadas pasen a segundo término.
Pero no todo es perfecto cuando llega el triunfo deportivo. El retiro de la gimnasta estadunidense Simone Biles, múltiple medallista olímpica y mundial, en plena competencia en Tokio 2020 demostró que hay mucho que no se ve. Ella dejó claro que para estar en plena capacidad de luchar por una medalla es necesario estar listo también en la parte mental.
Su decisión puso un reflector al estrés psicológico al que están sometidos los atletas de élite. El caso se presentó unas semanas después del retiro de la tenista japonesa Naomi Osaka, quien dejó Roland Garros argumentando su salud mental, pero fue más notorio porque la gimnasta americana era la figura a seguir en su especialidad.
Biles era el personaje en el que el equipo de Estados Unidos ponía el peso para competir contra la representación rusa; ella era un ejemplo para miles de personas que buscan emular sus logros, los cuales no solo se miden en preseas, sino en movimientos físicos que tienen su sello personal. Esa imagen cambió cuando decidió no seguir, y lo hizo en pleno prime time de los Estados Unidos.
La acción tuvo un costo para su equipo, que cedió el trono ante las rusas, pero también un impacto psicológico sobre sus compañeras, quienes lloraron al verse superadas y con la plata. Este gesto, junto con el de la propia Biles, demuestra la presión a la que están expuestas cada día. La perfección parece ser lo único aceptable.
Ellas (sus compañeras) estaban enloquecidas. Estaban llorando y yo les decía: ‘tienen que relajarse. Van a estar bien’. Pienso que estamos demasiado estresadas. Deberíamos estar divirtiéndonos y no es el caso”, mencionó.
Su acción desató diferentes comentarios, no todos ellos halagadores, como el de un fiscal general adjunto en Texas, quien calificó la actitud de la gimnasta como “una vergüenza nacional”. La postura fue secundada por otras personas, quienes parecían olvidar que en el pasado la estrella de la gimnasia había sido víctima de abuso sexual por parte del ex medico de USA Gymnastics, Larry Nassar, encargado de procurar su salud. Nassar repitió ese patrón con otras competidoras.
También existieron mensajes de aliento, que no solo buscaban reconfortar, sino indicar que es necesario dar un paso adelante en este tema. Estas voces piden ayudar a atletas como Osaka y Biles.
Por un lado, ha admitido tener problemas, por lo que ya es valiente”, declaró Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional unos días después del suceso en un encuentro con las agencias de prensa.
LA PANDEMIA, UN DETONANTE MENTAL
El nadador Michael Phelps es el máximo medallista en la historia de los Juegos Olímpicos con 28 preseas, 23 de ellas de oro.
Detrás de ese éxito estaba una persona que pensó en el suicidio para terminar con una infelicidad que las propias medallas no podían terminar.
Phelps no solo buscó ayuda, luego de un momento turbio con las drogas, sino que, una vez lejos de las competencias, dedica parte de su tiempo a apoyar a otros para evitar que pasen por pensamientos suicidas.
Por eso, cuando la pandemia llegó a principios de 2020, él mismo levantó la voz pidiendo que las autoridades deportivas pusieran énfasis en la salud mental de los atletas que se encontraban ante un camino nunca antes visto: personas que aspiraban a su última participación en unos olímpicos y que, de pronto, se encontraban ante la duda de qué pasaría en el mundo; o ante aquellos que estaban en su mejor momento y veían su potencial truncado por factores fuera de su control.
Realmente, realmente espero que no veamos un aumento en las tasas de suicidio de los atletas debido a esto. Porque la salud mental es lo más importante aquí. Este aplazamiento son aguas desconocidas. Nunca hemos visto esto antes. Fue la decisión correcta (posponerlos), pero me rompe el corazón pensar en los atletas", dijo Phelps en una entrevista para CNN a mediados de 2020.
En un estudio realizado por la NCAA, la asociación atlética de colegios de Estados Unidos, se concluyó que "...en la encuesta de otoño se registraron elevados índices de agotamiento mental, ansiedad, desesperanza y sentimientos de depresión”, destacando que estas preocupaciones eran aún más elevadas en subgrupos que suelen mostrar mayores tasas de angustia mental, como “mujeres, estudiantes-atletas de color, los que viven solos o fuera del campus y los que declaran tener dificultades económicas familiares”.
Irónicamente, cuando algunos entrenadores eran cuestionados sobre el impacto de la pandemia en los deportistas, la mayoría se enfocaba al aspecto físico y apenas se mencionaba el aspecto psicológico.
¿Quién hace un año habría admitido tener problemas de salud mental? Son grandes cualidades humanas", dijo Bach en días recientes, con palabras que podrían atribuirse al reto mental que supuso el encierro, pero también a la claridad mental que ofreció en deportistas como Biles para alzar la voz y pedir un cambio en la situación.
La salud mental es un gran desafío durante esta pandemia y no solo en el deporte. Nos encontramos con dos factores, el desafío de la pandemia y la presión de los deportistas. Debemos hacer todo lo posible con los atletas y las organizaciones nacionales deportivas en los países para ayudarlos", indicó el directivo del movimiento olímpico.
HAY QUE VIVIR CON LA PRESIÓN
Cuando Naomi Osaka decidió dejar Roland Garros existió un apoyo casi unánime por su acción. No era la primera en alegar motivos de salud mental, pero sí una de las pocas que afrontaba el problema, en lugar de encubrirlo con una lesión.
Sin embargo, algunos otros atletas mostraron su desacuerdo con las acciones de la tenista japonesa y de la gimnasta estadounidense. Uno de ellos es Novak Djokovic, figura mundial del tenis.
Cuestionado sobre su opinión acerca de la presión en el alto nivel de competencia, el número uno de la clasificación de la ATP dijo: “La presión es un privilegio. Sin ella no hay deporte profesional. Para esperar llegar a la cima de un deporte, tienes que aprender a gestionar la presión”.
Dentro y fuera del terreno se espera mucho... He aprendido a desarrollar un mecanismo para gestionar eso de manera que ya no me moleste, no me afectará más”, expresó el hombre que decidió abandonar el partido en la lucha por la medalla de bronce luego de una racha de tres derrotas consecutivas en Japón.
Su reacción no es distinta a la de otro histórico, Rafael Nadal, que en 2018, en el mismo escenario que Osaka decidió revelar su malestar psicológico, pronunció: “Si no sientes presión es porque no amas el deporte, y si no amas el deporte es mejor irse a casa y hacer otra cosa. La presión es parte del deporte en general…Siento la presión cada día, no solo aquí”.
¿Es posible dejar la presión de lado? Mardy Fisch, capitán del equipo de Copa Davis de los Estados Unidos, apunta que el principal tema es que muchos no encaran esta complicación como debe ser, y simplemente la dejan pasar o buscan otros escapes.
Estoy seguro de que hay mucha gente que tiene problemas. Más de lo que sabemos", expresó el estadounidense en declaraciones a la agencia AP. “Este es un deporte donde si te levantas con el pie izquierdo, si no te sientes bien, no puedes decir que no jugarás un partido hoy”.
Ante esa presión, las salidas alternativas no lucen adecuadas. Las drogas son una de esas alternativas, como lo atestiguó Andre Agassi, uno de los mejores tenistas en la historia. Agassi piensa que en ocasiones la presión sobre los deportistas no es creada por ellos, sino por exigencias externas que los obligan a hacer cosas que no desean… como ser deportistas.
Yo no quería serlo. Ese era su sueño (de mi padre). Y así llegué a estar tan desconectado de mi propia vida que llegué a ser el número uno en el mundo odiando lo que hacía. Por eso me alegré el día que dije adiós a la competición”, recordó Agassi en una entrevista concedida al diario español La Vanguardia.
"Hay mucho vacío en algunas formas de triunfo”, enfatizó el tenista, quien considera que los deportistas no solo necesitan ayuda mental con mayor consistencia, sino que también necesitan asesoría para decidir cuándo es el momento de dejar todo para tomar el control de sus vidas. Por ello, su misión tras dejar las canchas ha sido apoyar a quienes no tienen dinero, para evitar que sus vidas caigan en un camino similar al de él y se vean acorralados por falta de recursos.
He invertido en fundar colegios que lleven a sus niños hasta la universidad, aunque sus familias no puedan pagarla. Yo no pude tener más estudios que el tenis. Y no fui a la universidad. No quiero que ningún niño tenga que hacer algo que no le gusta para prosperar y ser mejor”.
La historia ha demostrado que la salud mental en el deporte es importante, pero Biles ha levantado la voz en un momento que podría cambiar esto para siempre. También surge una pregunta: ¿por qué hasta ahora cuando los avisos han estado ahí?
BFG
source https://www.excelsior.com.mx/adrenalina/simone-biles-y-otros-atletas-que-sucumbieron-ante-la-presion/1463330
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