Sucesión presidencial: acontecimiento adelantado ~ México Noticias!

Por Eduardo Ramírez*

A poco menos de tres años de que en México se lleve a cabo la sucesión presidencial de 2024, los tiempos electorales se han adelantado de manera impensable, lo que conlleva a plantear desde este momento una agenda política y de desarrollo diferente a la que el partido en el poder ha presentado.

Al abordarse el asunto de la sucesión, hoy, en la calle, en los cafés, en las Cámaras del Congreso de la Unión, en las principales ciudades del país, el tema no son las políticas públicas, no es la seguridad pública, no es el desarrollo económico y social.

La pregunta que la sociedad se realiza una y otra vez es, ¿quién sucederá a López Obrador? Y ya se habla de los tres aspirantes de Morena: Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

Es de reconocer la postura del presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Mario Delgado, cuando señala que “la unidad, pese a las diferencias al interior de Morena, organizar las bases y comunicar los avances de los gobiernos del partido a la sociedad, serán los ejes rectores que seguirían en este instituto político rumbo a la consulta de revocación de mandato en 2022 y la sucesión presidencial en el 2024”. Además, es preciso señalar que, en el año 2022, seis entidades federativas —Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas— celebrarán elecciones ordinarias en las que se elegirá al titular del Poder Ejecutivo y, en dos, se integrarán la Legislatura local y los ayuntamientos.

De igual forma, en el 2023, también el Estado de México y Coahuila.

Por lo que aún falta mucho camino para el 2024 y mucho dependerá de los resultados próximos para la configuración política nacional.

Dejemos al tiempo que la militancia, a través de los métodos que garanticen un proceso democrático y transparente, lleven a cabo la elección de los candidatos, de lo contrario, pueden advertirse rupturas que en nada benefician a la Cuarta Transformación.

Estos métodos de selección deben ser sin exclusión y sin sectarismos, piso parejo para los aspirantes del curso más importante como es la Presidencia, unidad y mucha unidad requiere el proyecto de transformación en México.